Los ODS, que Naciones Unidas puso en marcha en 2016, buscan acabar con los principales problemas a los que se enfrenta el planeta, tanto desde el punto de vista social como medioambiental.
El salón de actos del Hotel Iberostar Cristina de Playa de Palma acaba de acoger la jornada ODS Empresas en Baleares: Desafíos y oportunidades para el sector privado, organizada por Dudia Energy Concept Lab para Iberostar Group y la Red Española de Pacto Mundial.
El evento, que se ha podido seguir en redes sociales bajo el hashtag #ExperienciasODS, ha permitido a representantes de empresas de diferentes sectores poner en común tanto sus acciones como sus planes, así como sus recomendaciones y sus casos de éxito, para el cumplimiento de los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Tras la inauguración del evento por parte del presidente de la Red Española del Pacto Mundial, Ángel Pes, representantes de compañías como el Grupo Iberostar, Ferrovial, Redexis Gas o Tirme, entre otras, explicaron cómo los ODS están impactando en la industria y cómo están incorporando estas buenas prácticas en su día a día.
Eduardo Olano, director general de Balantia y Raúl López global key account director de Stratio, han realizado una exposición conjunta donde han puesto de relevancia, “La contribución del Big Data y la AI a los ODS”.
El ingente volumen de datos que genera la actividad turística y como su uso inteligente puede aportar a la sostenibilidad de la actividad a través del incremento de la eficiencia energética, la incorporación de energías renovables y la implicación/concienciación del cliente en la mitigación del impacto del turismo.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, conocidos por sus siglas ODS, fueron puestos en marcha por Naciones Unidas en 2016. Los ODS son las líneas maestras que marcan tanto las políticas de actuación como los planes de financiación de las Naciones Unidas para el desarrollo. En total, se trata de 17 puntos que se esperan cumplir en los próximos años.
Los planes buscan el fin de la pobreza, erradicar el hambre, conseguir la igualdad de género real, actuar por el clima, potenciar la energía asequible y no contaminante, crear ciudades y comunidades que sean sostenibles o la reducción de las desigualdades, entre otras cuestiones.
El cumplimiento de estos puntos y el trabajo para alcanzar estos objetivos no se limita únicamente a las administraciones públicas y los gobiernos, sino que se amplía también a las empresas y a demás actores del sector privado.
Los ODS suponen en ocasiones un desafío para las empresas, que tienen que cambiar sus prácticas y que actualizar sus infraestructuras para conseguir cumplir con los retos que los objetivos proponen, pero al mismo tiempo son una oportunidad para conseguir muchos mejores resultados.
Permitirán conectar mucho mejor con los consumidores, que cada vez están más preocupados por el impacto que sus acciones y sus decisiones de consumo tienen en el planeta y en la sociedad, pero también porque les ayudarán a mejorar su eficiencia, su sostenibilidad y hasta incluso sus resultados económicos.
Ser mucho más responsables en cuestiones como puede ser el uso de la energía ayuda, por poner un ejemplo, a evitar también los sobrecostes asociados al despilfarro energético.
Para las empresas, los ODS son una oportunidad de mercado, una vía más de compromiso con la sociedad y, al final, también simplemente una extensión de sus acciones y compromisos en responsabilidad social corporativa.