La Comisión Europea ha publicado recientemente su evaluación del plan climático y energético de España, en la que concluye que ha atajado en gran medida todas las deficiencias que habían identificado las autoridades comunitarias en el borrador anterior pero también identifica margen de mejora en renovables, eficiencia energética, investigación e innovación, cooperación regional, subsidios y transición justa.
La principal conclusión es que el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que el Gobierno envió a Bruselas a finales de marzo aborda «ampliamente» todas las sugerencias de mejora, pero sólo resuelve «parcialmente» una serie de cuestiones dentro de los capítulos anteriores.
Por ejemplo, en el capítulo de descarbonización e impulso de las renovables, el informe destaca que el plan definitivo es «más sólido y detallado» que el borrador, así como que se han fijado metas intermedias generales para 2022 y 2027, pero no incluye objetivos específicos para cada sector económico.
Con respecto a eficiencia energética, Bruselas considera que España ha planteado medidas que garantizarán el cumplimiento del objetivo de ahorro energético, pero echa en falta más detalles en relación al impacto que tendrán estas acciones sobre el consumo, así como información detallada sobre dichas iniciativas.
El Ejecutivo comunitario subraya que el PNIEC español identifica correctamente los objetivos en Investigación y Desarrollo, pero «sin un calendario específico ni objetivos cuantificables». Además, el plan incluye medidas de apoyo para una parte «importante» de los objetivos establecidos, pero «todavía no queda aclarado el calendario o los mecanismos de financiación de muchos de ellos».
En el apartado de cooperación, Bruselas valora la mayor concreción sobre proyectos entre regiones y con países vecinos (Francia y Portugal). Sin embargo, en el primer caso no ve un «foco específico» en las energías renovables y la eficiencia energética».
España también ha resuelto ampliamente las deficiencias en el capítulo de subsidios energéticos con una «significativa actualización» con respecto al borrador. En concreto, celebra los detalles para la retirada gradual de muchos de ellos, pero apunta que «las actuaciones y los planes para el resto (combustibles fósiles) parecen no estar presentes».
Por último, señala que el apartado sobre transición justa el PNIEC «sólo incluye una actualización de las cifras ya mencionadas en el borrador» sobre el impacto de las medidas previstas, que «únicamente se centran en los trabajadores afectados del sector de la minería del carbón y las centrales de carbón».
No obstante, más allá de estas cuestiones resueltas «parcialmente», el informe de la Comisión Europea destaca que se han atajado «totalmente» o «ampliamente» otras recomendaciones específicas sobre los capítulos anteriores y también con respecto a seguridad energética y mercado interior.
El Ejecutivo comunitario ha aprovechado el informe sobre el plan climático y energético de cada país para lanzar una serie de recomendaciones sobre el uso de las ayudas procedentes del fondo europeo de recuperación en el ámbito climático.
En el caso de España, Bruselas sugiere al Gobierno impulsar la rehabilitación de edificios y extender en este ámbito el uso de energías renovables, en especial en la calefacción y refrigeración de los mismos. También recomienda adoptar medidas para «fortalecer expandir» la transmisión y distribución de energía, con una atención especial en las interconexiones eléctricas con países vecinos.
Fuente: el periódico de la energía